Hola a todos, una vez mas aprovecho el blog para acercarme a ustedes y contarles, de una manera un poquito mas extensa lo que fue armar la expo y disfrutar el primer día de la misma en la Plaza San Martín.
Primero que nada, la emoción de ver un sueño cumplido es realmente única. Hace 9 años que soñaba con hacer algo “grande” en Plaza San Martin. Después de ver una exposición de Yann Arthus Bertrand, me dije a mi mismo, quiero hacer esto. Convengamos que intentar hacer una expo al “estilo” de un groso de ese calibre no era cosa fácil, pero como siempre, el NO ya lo tenía y solo me quedaba buscar como lograr el si.
Llevarlo a la practica implicó un montón de choques contra una pared, momentos difíciles donde pensé que jamás iba a ser posible y pequeñas cosas que me hacían pensar que si se podía. Justo cuando ya todo mi círculo intimo, supongo yo, estaba empezando a odiarme por repetir tantas veces “quiero hacer una exposición de fotos grandes en plaza San Martin” se dio que las cosas se encaminaron y la expo encontró su lugar, su fecha en el calendario y se materializó.
Durante la noche mientras armábamos los paneles observaba como alguna gente iba frenando a mirar las imágenes y pensaba, ¿cómo será mañana cuando la plaza viva un viernes común con todas estas fotos ya instaladas? ¿Frenará la gente a verlas o pasarán rápidamente camino a sus trabajos? ¿Qué escucharé mientras este caminando entre los visitantes, sin que sepan que yo soy el autor de esas fotos?
Bueno... todo fue excelente. La gente si frenaba, se sacaba fotos, hacía comentarios positivos y, sobre todo, me emocioné viendo chicos disfrutando como yo lo hacía cuando era un niño con las aves.
No podía pedir más. Había llegado el momento en que materializaba otro de mis sueños, y esta vez la plaza era un poco mía, y yo disfrutaba como loco de ver mis fotos abajo de unos enormes árboles como lo había soñado 9 años atrás.
Matías